Esta fotografía recién se descubrió en 2002 y es ahora conocida como la primera fotografía permanente, tomada por Nicéphore Niépce - El Padre de la Fotografía. Es una imagen de un hombre caminando con un caballo y fue realizada utilizando una técnica conocida como heliograbado.
El método involucra una lámina de cobre cubierta de un bitumen (betún) sensible a la luz. Esta lámina de metal es expuesta a la luz y crea una imagen la cual es transferida a papel. La imagen fue declarada "Tesoro Nacional" por el gobierno francés y vendida por 392 000 euros en subasta a la Biblioteca Nacional de Francia.