
Sendos estudios en España y Alemania, basados en análisis de historias clínicas y comparación con las leyes de la
termodinámica, llegan a conclusión obvia: el amor eterno no es algo espontáneo, sino que la tendencia "natural" (léase, si no se tiene cuidado de él) es que se enfríe y destruya; en concordancia con la ley del aumento de
entropía.